Allá por el año 2004 ó 2005 me acerqué a ver A media risa, una obra de teatro del Aula de Teatro de la Universidad de Murcia, en la Sala Isidoro Máiquez del Colegio Mayor Azarbe. Fue un descubrimiento, y yo no lo sabía, pero se convertiría en algo que me cambiara la vida. En esta obra pude disfrutar de obras cortas de varios autores, y me partí de la risa viendo a Javier Balibrea, actor que nos ha dejado recientemente. Un mundo nuevo se me metía en los ojos y no quería salir.
Otro día asistí a ver Siete formas de decir te quiero o no. Esta obra la dirigía Nieves Pérez, y también la disfruté mucho. Pero otra cosa que me sucedió es que esta sala, la Sala Isidoro Máiquez, comenzó a cautivarme; una sala muy pequeña, con sillas de plástico como asientos, un escenario con una columna de hierro en su parte izquierda, pero una sala de la que te puedes enamorar. El público está respirando el mismo aire que respira el actor, todo se ve, y el actor (lo pude comprobar después) disfruta con esta cercanía; también siente cómo el público respira.
Cuando fui a ver Volvió una noche ya no hubo marcha atrás, ya estaba completamente enamorado de esta sala; y también de la obra, que fui a ver cuatro veces. Después se han sucedido muchas obras más, en algunas he participado, y "el aula" ,como la llamábamos, se convirtió como una casa más para mí donde encontré una especie de familia.
La sala está viviendo sus últimos minutos, y claro está, me da lástima, es como si me "exiliaran" de un sitio que estaba dentro de mí.
Como testimonio de aquellos momentos, dejo un vídeo del año 1999, cuando yo ni siquiera conocía de la existencia del teatro universitario de Murcia. Se trata de La taberna fantástica; disfrutad de estos minutos y de algunos actores que reconoceréis.
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